martes, 17 de noviembre de 2015

"Si lo amas déjalo ir"

No, no me refiero a una persona (para esos casos nunca aplico esa frase), sino a esos pequeños transportadores de mundos, ¡ajá!, por supuesto que me refiero a los libros.
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¡Tampoco me refiero a que los dejes ir para siempre! Sino temporal...
Y es que me he topado con conocidos y amigos, que por ningún motivo, causa o situación prestan algún ejemplar de su valiosa estantería.
No hablaré de las razones de los demás, pues respeto sus decisiones aunque difiera de ellas.
Pero en lo personal, soy de los que consideran que el habito de la lectura es muy importante y debe alimentarse constantemente, y si tengo la oportunidad de transmitirlo a alguien prestando uno de mis libros, con mucho gusto lo hago.
Porque tampoco es justo leerlo y tenerlo en un rincón del librero, sin darle la oportunidad a otra persona de que aprecie su maravilloso contenido.
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Para mi es es genial cuando alguien me pide recomendaciones de lectura (y no, no me considero una experta) y si tengo el ejemplar del que hablo no lo pienso dos veces y lo presto.
Lo que más me gusta de esto, es cuando mi libro regresa y esa persona me habla maravillas de él; su experiencia, su sentir, su aprendizaje, su crítica... Es gratificante cuando te agradecen el poner ese pequeño tesoro en sus manos.
Que me lo regresen con ¿hojas dobladas?, ¿pequeñas manchas?, ¡No importa! (¡pero tampoco quieran regresarlo imposible de leer!), esas las llamo marcas de guerra, aquí lo importante es que lo lean.
¡Deja a tu libro ser libre! :D

2 comentarios:

  1. "Marcas de guerra" ya veo de donde sacaste esto... la platica pasada lo mencionaste y me gustó

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